¿Cómo elegir un buen abogado?

Elegir un buen abogado siempre es importante. No hay que olvidar que en algún momento de nuestra vida vamos a tener que recurrir a él, tanto si es para que nos de un consejo a nivel legal como para que defienda nuestros derechos.

Cuando llega ese momento, hay que estar preparados o saber elegir un buen abogado, como nos recomiendan en base a la experiencia con sus clientes de garciacanchoabogados.es.

No hay que confundirse, puesto que la presencia de un abogado es vital y no equivocarse, puesto que suelen ser temas serios donde no hay que dejarse llevar solo por precios económicos.

¿Cómo podemos elegir a un buen abogado?

Vamos entonces con unos útiles consejos:

La experiencia es vital

Esta es la base de toda buena elección. Lo mismo que no nos vamos a dejar operar por un cirujano cualquiera o que tenga poca experiencia, debemos pensar que algo tan importante como el consejo o la representación legal debe hacerse por especialistas experimentados.

Rama en la que esté especializado

Existen muchas ramas del derecho, por lo que siempre es mejor recurrir a la consulta de un profesional que ser especialista en tu problema.

En el caso de que sepamos que clase de consulta deseemos realizado, lo mejor es hablar con el letrado que tenga una mayor cualificación en su campo.

Cercanía geográfica

Pensamos que puede ser útil que quien te vaya a defender se encuentre próximo al domicilio habitual, de tal forma que no te cueste demasiado esfuerzo en el caso de que tengas que hacerle una visita.

No vas a elegir al abogado solo porque se encuentre más próximo a tu hogar, pero tampoco querrás que la persona que te lleve el caso de encuentre a varias horas de tu casa. No aconsejamos esta opción, ya que durante el proceso judicial te puede ocurrir que necesites acudir a él para visitarlo o entregar documentos.

Primera consulta

En cuanto tomes la decisión, siempre es bueno consultar a los que te puedan generar una mayor confianza. En la primera visita deberás exponer el caso de tal forma que el letrado pueda dar su opinión sobre tu situación. Es necesario explicar la línea que puede haber de actuación y el recorrido a nivel jurídico que puede tener.

Hablamos de una toma de contacto que es importante para saber de qué forma se puede estructurar el caso.

Costes

Cuando acabe la visita es necesario conocer todos los honorarios con todos los escenarios que sean posibles, tanto los positivos como los negativos. No confíes cuando un abogado te ofrezca unos escenarios bastante por debajo de los precios de mercado.

Confianza

Hay que estar seguro de que el abogado que haya detrás del caso sea uno en el que vayas a confiar. No olvides que no hay grados intermedios o se tiene confianza o no se tiene.

Accesibilidad

En ocasiones solemos acudir a un profesional importante, pero que a la hora de la verdad es complicado acceder a él, siempre está ocupado y a final terminas más hablando con sus ayudantes que con él.

El propio interés

Un buen abogado no va a anteponer sus intereses a los tuyos. Será leal a ti y va a luchar lo máximo posible por tu caso.

Referencias

Siempre es bueno preguntar por las referencias de dicho abogado. En el caso de que te lo recomiende un amigo o un familiar, vas a conocer los puntos más fuertes. En ocasiones puede que sea necesario que recurras a la red de redes, puesto que suele ser una fuente bastante fiable de información.

Éxito en otros casos parecidos

Aunque la experiencia ciertamente es un grado, adquiere gran importancia que lleve una serie de casos parecidos con éxito. No es igual que sea un abogado laboralista con experiencia en despidos que otro en derecho laboral que sea experto en acoso laboral o mobbing.

En cada rama del derecho hay una serie de bufetes que tienen más experiencia que otros. No debes confiar en aquellos que digan ser especialistas en variadas ramas, porque eso suele ser bastante complicado de encontrar. Si sabes que hay unos que son expertos en la rama de tu caso, no dejes de apostar por ellos.

Como has podido ver, la elección de un abogado bueno no es algo que se deba tomar a la ligera y precisa de una decisión que debe ser meditada, si quieres tener éxito en la elección que tomes al final.

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