El vino nace y se hace en la viña, por supuesto con los cuidados del viticultor. Su trabajo es muy importante en la vida del vino, ya que es quien se encarga de poner los medios necesarios para conducir el cultivo del viñedo en el sentido de lograr una mejor calidad de la cosecha o una manifestación más acusada de la tipicidad varietal.
Si es verdad que en este proceso existen factores en los que el viticultor no puede intervenir, como por ejemplo, el suelo, la orientación, el clima, las plagas, los desastres meteorológicos, etc. Pero existen otros factores que puede hacer variar voluntariamente con objeto de corregir o mejorar en el viñedo la expresión de la cosecha.
Si te apasiona el vino y la vida en los viñedos, quizá podrías convertirlo en tu profesión y rentabilizar tus conocimientos en materia.
¿En qué consiste el trabajo en los viñedos?
La tarea principal a llevar a cabo en un viñedo consiste básicamente en la recolección o cosecha de la uva, con la que luego obviamente terminan elaborando distintos tipos de vino.
Para lograrlo se suele trabajar en equipos entre 8 y 20 personas a las que se les asigna una zona particular del viñedo. Las jornadas laborales no suelen superar las 35 hs. semanales, pero en algunas cosechas se trabaja hasta 43 hs. Siendo esas horas extras muy bien pagadas.
Eso sí, es un trabajo que requiere bastante esfuerzo físico y que implica varias horas parados bajo el sol, agachándose todo el tiempo y cargando peso; por lo que no es para cualquiera y aunque si bien tiene muchos beneficios, también toma una gran cantidad de esfuerzo de parte del trabajador.
¿Cuándo son las temporadas con más demanda?
La temporada de recolección de uvas comienza a mediados de agosto hasta finales de octubre, concentrándose principalmente en el mes de septiembre y con una duración máxima de 3 semanas para cada cosecha. Puede ser que a veces se adelante o se atrase un poco dependiendo de las condiciones climáticas, pero por lo general esos suelen ser los meses fuertes.
¿Cuánto se paga por trabajar en un viñedo?
Al tratarse de un trabajo que requiere un gran esfuerzo físico la paga suele ser bastante buena, el salario mínimo por hora no puede ser inferior a €9.61, es decir que si las jornadas son de 35 hs. semanales en el mes van a estar sacando un sueldo de €1400 aprox. y si además le suman algunas horas extras, en 20 días pueden llegar a juntar unos €1500. Por lo que el esfuerzo físico está más que cubierto con la rentabilidad del trabajo.
¿Cuáles son los puestos de trabajo a los que se puede optar?
Existen 3 puestos principales a los que se puede optar en un viñedo:
- Recolector: es quien se encarga de cortar los racimos de uvas con una tijera podadora. Estos se organizan por cuadrillas y a cada grupo se le designa una zona.
- Porteador: es quien se encarga de llevar los cestos vacíos a los recolectores y los cestos llenos de uvas a los remolques; por lo que este puesto requiere de mayor esfuerzo físico.
- Conductor: es quien conduce el tractor cargado de uvas. Como para cualquier otro puesto de transportista, se necesita tener una licencia de conducir que te habilite a manejar, en este caso tractores o remolques.
¿Cuáles son las labores de un viñedo?
PlantVid, viveros de vino y vid, nos explican las diferentes labores que se realizan día a día en la recolección de uvas para la elaboración de vinos:
- Poda
La poda anual tiene por principal objeto equilibrar o adecuar la producción del viñedo al medio: suelo, clima, iluminación, temperatura y humedad. Esta es importante para conseguir cosechas regulares, ya que de no haber un adecuado equilibrio entre las hojas (superficie foliar) y los racimos de uva que se nutren de ella, la vendimia no madurará como es debido; por el contrario, el aumento de este ratio no implica una mejor maduración de la uva.
Aunque pueden realizarse varias podas a lo largo del año en caso de ser necesario (control de la vegetación), la poda principal se realiza en invierno antes de la brotación de la vid.
- Aclareo
Esta se trata de una operación inversa a la poda, pero que tiene el mismo fin. Es decir, consiste en desechar una cierta cantidad de racimos de uvas para equilibrar la cantidad de uva con la superficie foliar.
Este puede hacerse a mano (podándolos), o también de forma química, utilizando un regulador químico de crecimiento aplicado directamente sobre los racimos, aunque esta es la opción menos habitual.
El aclareo puede realizarse también mediante supresión de una porción del racimo, generalmente su extremo, en lugar de eliminar el racimo completo.
También puede realizarse el aclareo antes de que nazca el fruto, esto es, la supresión de las extremidades de los pámpanos en crecimiento, una práctica realizada a finales de la floración.
- Defoliado.
El defoliado o eliminación de las hojas más viejas y fotosintéticamente menos activas, situadas en la base de los brotes, busca mejorar las condiciones de aireación e iluminación de los racimos, reduciendo el riesgo de podredumbre y aumentando la maduración de los mismos, especialmente en polifenoles.
También logra como resultado un aumento en la muestra o número de racimos para la cosecha siguiente, pues su formación se realiza en las yemas del brote formadas el año anterior y la luz es un factor que induce este fenómeno.
La supresión de hojas se debe realizar después del cuajado del fruto y antes del envero.
- Abonados
La fertilización es un paso muy importante en la fisiología de la vid, así como también en la calidad y cantidad de vendimia producida. Esto porque por lo general los grandes vinos proceden de suelos pobres en compuestos fertilizantes, sin olvidar hacer las correcciones mediante los oportunos abonados o enmiendas del suelo.
La fertilización puede hacerse por medio de abonos químicos minerales o con el uso de abonos orgánicos naturales, mucho mejor si éstos son de origen vegetal.
- Riego
El riego es uno de los factores más importantes para el control del vigor del viñedo, el cual en verdad se aplica solo para favorecer el desarrollo cualitativo de las uvas, y no como a veces se cree, con el objetivo de aumentar la cantidad de la cosecha.
Durante la época de parada invernal y hasta el envero, el viñedo necesita humedad suficiente para desarrollarse. Por el contrario, durante la maduración, la disponibilidad de agua por la planta debe limitarse a lo indispensable, utilizándose la técnica de «regulación del déficit hídrico», la cual se trata de conseguir la máxima actividad de fotosíntesis de la planta con la menor cantidad de agua, llegando incluso al punto de marchitarse las hojas. Esto porque esta situación de «estrés hídrico» favorece la maduración de la uva y reduce el tamaño de las bayas, mejorando de este modo la calidad.
En este sentido, algunos expertos señalan que las mejores calidades de la uva se producen con un cierto «estrés hídrico», de este modo el metabolismo de la planta se centra en los procesos de maduración en detrimento de los de vigor o vegetación. Sin embargo, hay que saber tener un equilibrio al momento de regar la planta, ya que demasiada agua podría arruinar la planta por completo.
Este equilibrio perfecto se conoce como «estrés hídrico» moderado, o «molestia hídrica», en el cual una ligera disponibilidad de agua permite el desarrollo de la función clorofílica y no se paraliza el proceso de maduración.
El riego del viñedo tras la vendimia también es muy importante, pues de este modo se aumenta el nivel de las reservas en la madera antes de la parada invernal.
- Labores de cultivo
Son los distintos trabajos realizados en el terreno del viñedo, que por lo general están orientados a facilitar la acumulación de agua en el subsuelo y evitar su pérdida por evaporación o por consumo de la vegetación espontánea de malas hierbas.
Por ejemplo, en las situaciones donde el exceso de agua es un problema, se debe modificar el sistema de cultivo, procurando que el terreno pierda agua manteniendo una cubierta vegetal viva que consuma agua y que contribuya a desecar el suelo de cultivo.
Así mismo, estas labores logran mejorar la aireación del terreno, manteniendo el suelo con una estructura determinada, que sea estímulo de las principales condiciones bióticas del suelo y a su vez, mejorar las condiciones de vida de las plantas cultivadas.
- Labores de prevención o corrección.
Se trata de otras operaciones distintas a las de cultivo de la tierra y manejo de la vegetación de la vid, las cuales están destinadas a corregir o mejorar los efectos negativos producidos por otros factores de la producción: tratamientos fitosanitarios, riego, sistemas de protección contra accidentes meteorológicos, etc. Siendo su objetivo principal la protección y conservación de las uvas, en vez de la mejora de las condiciones de maduración.