El radiador eléctrico es idóneo para combatir el frío

Gracias a las resistencias calefactoras podemos tener cualquier equipo eléctrico que genere calor, como los calefactores de aire y las mantas eléctricas.

Los calefactores de aire suelen ser aparatos económicos y calientan cualquier estancia en muy poco tiempo. Funcionan por unas resistencias, que se calientan gracias a la energía eléctrica y el calor que generan se expulsa hacia el exterior.

Puedes usar estos calefactores para calentar habitaciones de menor tamaño. Otra de las ventajas es que no usa gases ni combustibles, ni tampoco expulsa humo.

Es recomendable optar por calefactores debajo consumo para ahorrar en la factura de la luz. La mayoría de los calefactores están diseñados para no exceder en el consumo de energía. Además, muchos cuentan con temporizadores y apagado automático.

Hay muchos modelos de calefactores: compactos, de pared, exclusivos de baño, de torre, cerámicos, de aire caliente, etc. Incluso, los hay muy pequeños y los puedes mover con facilidad.

Para elegir el mejor calefactor tienes que tener en cuenta la potencia, el uso que vayas a darle, las funciones extra y el tamaño de la estancia que quieras calentar.

Otra opción son los radiadores eléctricos. El diario 20minutos informa que «esta opción no solo es más recomendable para aquellos que quieren calentar habitaciones de mayor tamaño, sino también para aquellos frioleros que necesitan sentir confortable el mayor tiempo posible la habitación. Estos gadgets son capaces de lograrlo en poco tiempo y capaces de mantener más horas la sensación de calor. Además, son una opción más natural y eco que no tiene por qué superar los 100 euros de compra».

El radiador eléctrico no requiere ningún tipo de instalación, aunque puedes colgarlo de la pared para dejarlo fijo. Además, del radiador eléctrico también puedes optar por el acumulador de calor o el emisor térmico. Todos estos sistemas de calefacción se conectan a la red eléctrica, pero su funcionamiento tiene diferencias.

El consumo depende de su potencia, así que apuesta por los radiadores con termostato que permiten ajustar la potencia en función de la temperatura ambiente.

Para poder calcular la potencia hay que tener en cuenta factores como la calidad del aislamiento térmico de la vivienda, la orientación de la misma o la zona climática en la que se encuentra.

Los profesionales de Nugar Resistor Technology, expertos en resistencias eléctricas, resistencias de frenado y resistencias calefactoras, explican que para saber la potencia de un radiador eléctrico puedes calcular unos 80 W por cada m2 y sumar un 30% más al resultado.

En la actualidad encontrarás muchos tipos de materiales en la elaboración y fabricación de radiadores eléctricos, como el hierro fundido, el acero, el aluminio o la piedra. Aunque el más frecuente es el aluminio, porque es un buen conductor térmico.

Algunos radiadores tienen termostatos de gran sensibilidad para elegir la temperatura y programar por horas. Algunos incorporan sensores para detectar una bajada de la temperatura en la estancia. Incluso, otros incorporan conectividad WiFi, por lo que puedes realizar programaciones a distancia para reducir el consumo.

Tipos de radiadores eléctricos

A continuación, te explicamos los tipos de radiadores eléctricos que puedes encontrar:

De aceite: Este sistema calienta una resistencia eléctrica que, a su vez, comienza a calentar el aceite que está en el interior, que será el que comience a calentar la estancia.

Acumuladores eléctricos: Funcionan mediante unas resistencias que se calientan al pasar la electricidad y luego ceden ese calor a unos ladrillos refractarios, que lo acumulan para soltarlo de forma progresiva durante el día.

Convectores eléctricos: Están fabricados en chapa, calientan directamente el aire que traspasa por unas resistencias, el aire caliente asciende por convección y calienta la habitación.

Bajo consumo: Son idóneos para viviendas de verano o donde apenas se usa la calefacción. Utilizan un fluido térmico diseñado específicamente para alcanzar mayor inercia térmica que el agua, además, no necesitan obra para su instalación.

Toallero: No requiere instalación, ya que puedes fijarlo en la pared. Es idóneo para el cuarto de baño, con él conseguirás mantener una temperatura ambiente agradable y secar las toallas.

De pared: Son radiadores que se instalan en la pared mediante un soporte fijado con tornillos.

Portátiles: Son radiadores con patas o ruedas para que puedan estar en el suelo y se pueden trasladar de una estancia a otra.

Verticales: Son idóneos porque no ocupan espacio y encajan en todo tipo de decoraciones.

Por infrarrojos: Estos radiadores calientan por radiación, calentando directamente los cuerpos al irradiar ondas electromagnéticas, por lo que los fotones son absorbidos por los objetos, paredes y suelos.

Calor azul: Estos radiadores siguen desprendiendo calor después de estar apagados. Disponen de una resistencia en la base de cada uno de los elementos que hace que el fluido caloportador de color azul que contienen se caliente.

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