La economía circular se puede aplicar a las empresas

La Tierra no pasa por su mejor momento, hemos ido explotando los recursos naturales hasta un punto en el que parece que estamos llegando al lugar de no retorno, es decir, agotarlos completamente. No solo basta con esto, sino que los seres humanos mediante los gases invernadero hemos producido una situación de calentamiento global que parece irreversible.

Los principales de todo esto somos los seres humanos, que hemos vertido residuos de todo tipo a la atmósfera, provocando desórdenes importantes en el medio ambiente que sin duda están condicionando el futuro del planeta y de las nuevas generaciones que están por llegar. La culpa es de todos, no se puede culpar solo a las empresas, aunque son en gran parte responsables por los vertidos de gases invernadero, pero también los ciudadanos por ser testarudos a la hora de reciclar y de hacer caso a los consejos medioambientales.

Los estados también son grandes responsables, ya que las políticas medioambientales no se han endurecido hasta hace bien poco. Y de hecho, estas políticas todavía son bastante laxas para algunos sujetos de la sociedad, en concreto para los ciudadanos. En el mundo de hoy en día reciclar no tiene que ser una opción, sino una obligación.

Esto lo podemos ver fácilmente con el tema de las bolsas de plástico. Este año se ha prohibido dar bolsas gratis, y muchas empresas están apostando por ofrecer a los clientes bolsas reutilizables que sirvan para varios usos. Este tipo de bolsas las fabrican empresas especializadas en plásticos. Plásticos Alhambra es una empresa una empresa familiar especializada desde 1971 en la fabricación de bolsas y film de plástico, que desde hace años, apuesta por la innovación tecnológica, y por una política de inversión anual para la adquisición de la mejor maquinaria disponible que junto con el perfeccionamiento continuo de nuestro proceso productivo.

Reciclar supone que los productos que ya no utilizamos se transforman para poder darles un uso diferente. De esta manera nos ahorraríamos comprar productos nuevos, reduciendo la utilización de materias primas y la huella de carbono. Además, lo que es más importante es que las nuevas generaciones aprenderían a reutilizar en lugar de comprar productos nuevos.

Esto último es algo que sigue muy de cerca un tipo de economía desconocida por mucha gente, pero que está ganando muchos adeptos. Nos referimos a la economía circular, un tipo de economía que parte del principio de reutilizar los materiales con el fin de reducir los deshechos que provoca tirar productos antiguos.

En qué consiste la economía circular

Según el blog Ecverde a economía circular del término inglés Circular economy, es una estrategia cuyo objetivo es  reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos vírgenes, cerrando así bucles,  flujos económicos y ecológicos de los recursos. El análisis de los flujos físicos de recursos proviene de la escuela de pensamiento de la ecología industrial en la cual los flujos materiales son de dos tipos, nutrientes biológicos, diseñados para poder ser acogidos de nuevo en la biosfera sin incidentes, y técnicos, los cuales están diseñados para circular con alta calidad en el sistema de producción, pero no están destinados a volver a la biosfera.

Es, además, la respuesta más razonable y lógica a una situación de crisis multidimensional que cuestiona los principios del crecimiento económico basado en el uso intensivo de materia y energía, y que hace frente a la grave situación de pérdida de biodiversidad, agotamiento de los recursos naturales y elevada contaminación del aire, el suelo y los océanos, sin olvidar una de sus causas más dañinas: el incremento de la emisión de gases de efecto invernadero y la aceleración de los efectos del cambio climático.

Para la Fundación Ellen MacArthur, una de las principales referencias internacionales sobre economía circular, ésta es lo opuesto al actual modelo económico lineal de “comprar, consumir y desechar” que estresa la capacidad del planeta de generar nuevos recursos -agua, energía o materias primas- llevándolo al límite de su capacidad física.  Frente a esta forma de fabricar, de consumir, e incluso de desechar lo que ya no se usa, la economía circular se presenta como una alternativa “reparadora y regenerativa” que “pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento”, en palabras de Fundación Ellen MacArthur, cuyos responsables apuntan a que la economía circular tiene tres principios claves: preservar y mejorar el capital natural, optimizar el uso de los recursos y fomentar la eficacia del sistema.

Existen proyectos a nivel global para llevar este tipo de economía a las empresas. Por ejemplo, Nike Inc., uno de los proveedores más grandes del mundo de zapatos y ropa deportiva y ha anunciado el ambicioso objetivo de duplicar su negocio con la mitad de impacto, por medio de la adopción de los principios de la economía circular en el centro de su estrategia.

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