Las energías renovables son un hecho. En los últimos se han convertido en la alternativa más sensata para los usuarios consumidores de luz, agua y otras fuentes energéticas. En primer lugar porque hay que tener una mentalidad ecológica, ya que nos estamos cargando el planeta. Por otro lado, porque económicamente lo vamos a notar en nuestra facturación. Por ello, tanto los ciudadanos en sus hogares como entidades y empresas se han puesto manos a la obra adaptando su instalación energética y volviéndola renovable, sostenible.
Hay que apostar por ello porque la principal ventaja es que no producen residuos radioactivos. Además, las emisiones de gases contaminantes que generan resulta prácticamente inexistentes. No hay que olvidar que las personas también nos vemos afectados por los residuos y las emisiones de CO2. Sin ir más lejos, son muchos los que sufren problemas respiratorios, alergias y cánceres debido a esto.
Grandes empresas
Pero hoy nos queremos centrar en qué puede hacer una empresa para mejorar su conciencia ecológica. Para tener un suministro de energía verde tampoco hace falta hacer maravillas. Sólo debéis tener en cuenta algunos puntos ecológicos que están presentes en todos los sitios. Del resto de puntos y requerimientos se encargaran las distribuidoras y comercializadoras de energía verde. Grandes empresas ya lo han hecho. Como Apple, que está muy cerca de lograr que el 100% de su consumo energético sea renovable; Nike que, por su parte, anunció que contrataría energía renovable en sus oficinas generales y en todos sus centros; o IKEA que se ha propuesto llegar a un consumo energético de origen 100% verde en un plazo máximo de 3 años.
No hay que olvidar que la energía limpia se ha convertido en la alternativa a las energías tradicionales o convencionales, las cuáles, además de contaminantes, son perjudiciales para la salud y limitadas mientras que las energías renovables son recursos recurrentes, que podemos obtener día a día de la naturaleza.
- Un procedimiento para reducir el gasto de agua y energía consiste en evaluar cómo, cuándo y quién usa la energía y el agua y en base a eso marcar una serie de pautas para ahorrar. Una vez esas pautas están definidas hay que comunicarlas a las personas de la empresa y establecer puntos de control para evaluar si se ha conseguido reducir el consumo.
- Busca nuevas oportunidades para valorizar tus residuos. Por ejemplo, la producción de biogás o biomasa, la transformación en enmiendas o fertilizantes, la extracción de productos o sustancias de valor.
- Mejora los procesos de diseño de nuevos productos. Mejora la competitividad de tu empresa considerando el factor ambiental y elabora productos más sostenibles. Potencia el ecodiseño.
Conciencia verde
Otro de los aspectos fundamentales en cuanto a la emisión de residuos es la basura: instalando contenedores de reciclaje, reciclando toners y otros residuos de consumibles habituales, y sobre todo, difundiendo entre el personal una “conciencia verde” conseguiremos hacer de nuestra empresa un lugar más respetuoso con el entorno.
Otra forma de ahorrar en las empresas es apostar por ventanas inteligentes. Hoy en día buscamos cada vez ventanas de aluminio que nos aíslen más y mejor de las temperaturas del exterior, y cada vez se utilizan más las perfilerías con rotura de puente térmico. Son las más recomendadas, en Aluminios Villafontana ya que aseguran que con esto, “evitas gastar mucha calefacción ya que gracias al aislamiento térmico, ahorramos en calefacción en invierno y climatizadores en verano”.
Sensibiliza y ofrece formación ambiental a los trabajadores. Quizás las nuevas generaciones ya vengan con una conciencia ecológica, pero las anteriores no. Nunca se les ha hablado de los problemas de contaminación, por eso estaría muy bien que las empresas ofrecieran cursos de reciclaje, nunca mejor dicho, a sus empleados.
Si eres una empresa que trabaja con envases tienes que buscar los que sean más ecológicos. Tendrás que realizar un plan de prevención de envases específico. Utiliza nuevos materiales más biodegradables. Algunos ejemplos de otro tipo de materiales como plásticos reciclados o nuevos componentes biodegradables son:
- Papel hecho a partir de fibras de plátano
- Pañuelos de algodón
- Paquetes de corcho sostenible
Ahora bien, es importante destacar que estas energías alternativas, aun siendo renovables por definición, son limitadas y, como cualquier otro recurso natural, tienen su propio potencial máximo de explotación. Esto no quiere decir que se puedan terminar pero sí que deben consumirse de manera inteligente. Como todo en la vida.