España es, cada vez en mayor medida, un país que apuesta por sumarse al enorme cambio que trae consigo la nueva economía digital, que viene acompasada con el marketing a través de Internet, la venta directa en la misma página web (el conocido ecommerce) o el diseño que han de tener dichas páginas web para tratar de atrapar a la mayor cantidad de compradores posible. Los retos son nuevos y, para muchos, desconocidos. Pero eso no es óbice para tratar de darle un vuelco a nuestra manera de consumir.
Este es un proceso que lleva su tiempo y que no es nuevo en España. Nuestro país lleva años intentando, con más o menos éxito, que cada vez sean más empresas las que se vayan sumando al cambio. Sin embargo, un artículo del diario El Mundo publicado en el año 2015 ponía en evidencia el supuesto desarrollo que, en este sentido, se estaba produciendo en España. Y es que una de cada tres empresas no disponía de ordenador y tampoco de Internet, lo cual fue un verdadero rapapolvo para nuestra economía.
Es evidente que todo esto implica una desventaja competitiva brutal para un tercio de nuestras entidades. No disponer de Internet es sinónimo de llegar más tarde a los clientes, ser más desconocido por lo general para el público y también tener menos posibilidades de afianzar una imagen de marca con el desarrollo de una campaña que posicione a la empresa en buscadores como Google. En definitiva, no contar con los últimos avances tecnológicos e informáticos es un paso atrás en prácticamente todo.
Por fortuna, se aprendió algo de los resultados que dio aquel análisis llevado a cabo por el diario El Mundo. Lo decimos porque, el año siguiente, el portal web Dirigente Digital publicó otro artículo con un análisis similar en el que hacía incidencia en que ya era un 95% el número de empresas que disponía de una página web. El cambio había sido evidente y las posibilidades de dichas empresas volvían a ser las que deberían haber sido siempre: todas. Y eso se ha dejado notar en los resultados económicos y publicitarios que han tenido las empresas españolas desde 2016 hasta ahora.
Una de las principales mejoras que han experimentado las empresas españolas en lo relativo a la informática, la tecnología e Internet es que han conseguido mejorar en cuanto a su posicionamiento SEO en la web. Así lo destaca un estudio que acaba de publicar Novored y que ha puesto de manifiesto que las cosas, en este sentido, se toman cada vez más en serio en nuestro país. Los resultados no son ajenos a esto y es por eso por lo que la situación económica de muchas entidades nacionales es mejor ahora que durante los años pasados.
Aunque no se puede garantizar que el futuro vaya a seguir en la misma dirección, la verdad es que vivir el presente y afrontar la situación que nos propone será fundamental en los acontecimientos que están por venir. Posicionarse en la web es hoy lo primordial en lo relativo a la publicidad y la promoción de un determinado negocio.
Internet o perdición
De las muchas entidades que han comenzado a desarrollarse en materia online, está claro que un alto porcentaje hubiese perdido ya toda esperanza de no haber consumado ese cambio. En efecto, haría ya algún tiempo que empresas como tales hubiesen cerrado como consecuencia de la falta de ingresos, de posicionamiento tanto físico como virtual frente a las entidades de la competencia. En un mundo en el que cada vez esa competencia es más feroz, la verdad es que tener a mano un arma como Internet es elemental para, al menos, presentar batalla.
Dentro de algunos años se habrán desarrollado todavía más herramientas de las que conocemos hoy que harán que todo lo que manejamos ahora quede inútil y obsoleto. No lo vamos a negar: la tecnología es la que manda y la que decide quién triunfa y quién no. Requiere de la capacidad suficiente para abordar sus inversiones y tener al personal necesario para manipularlas. Pero si se maneja como se debe, lo único que se obtiene de ella son beneficios.