Cuando, en marzo de 2020, la pandemia nos explotó en la cara, los problemas que nos vimos obligados a asumir fueron espectaculares y afectaron a todos y cada uno de los planos de nuestra vida. No solo lo hicieron en lo que respecta al peligro para nuestra salud, sino también en lo que tiene que ver con nuestro trabajo, el tiempo que invertimos en ocio y, en definitiva, en la vida hogareña. No ha sido una situación fácil para nadie, pero afortunadamente parece que ya la hemos superado y que no vamos a volver a padecerla.
Uno de los cambios más grandes que tuvimos que asumir fue el de teletrabajar. Hubo muchas personas que padecieron un ERTE y, temporalmente, perdieron su empleo, pero hubo otras tantas que siguieron trabajando como de costumbre con el cambio de hacerlo desde su propia casa. Como consecuencia, en los domicilios se ha tenido que apostar por espacios de trabajo en los que la comodidad del empleado o empleada esté más que asegurada. Es lo idóneo para hacer posible que esa persona mantenga toda su eficacia y eficiencia y pueda dar el 100% durante su jornada laboral.
El teletrabajo nos ha dejado en España algunos datos estadísticos que queremos repasar con vosotros y vosotras a través del enlace que os acabamos de enlazar del portal web Statista. En 2021, por ejemplo, el 59’7% de la gente tenía un modelo mixto de trabajo, con parte de su jornada dedicada al teletrabajo y otra parte dedicada al trabajo presencial en la sede de la compañía. La comunidad autónoma que menos opción a teletrabajo tenía era Canarias y los ciudadanos europeos con opción a teletrabajo superaba el 44%. No cabe la menor duda de que la pandemia ha tenido la culpa de que se haya producido una aceleración rápida y muchas veces angustiosa del teletrabajo.
En otra información, en este caso publicada en la página web EP Data, se muestra la evolución de los ocupados que teletrabajan frente a los que no lo hacen en España. Las personas que teletrabajan casi siempre han estado por debajo del 10% en España, pero durante el año 2020 esta cifra se elevó como consecuencia de la pandemia. Era la única manera de que las empresas siguieran funcionando durante la crisis sanitaria y no cabía la menor duda de que eso era lo que iba a salvar miles y miles de puestos de trabajo a lo largo y ancho de toda nuestra geografía.
Que el teletrabajo, desarrollado gracias al importante peso del que gozan las nuevas tecnologías en el momento actual, se haya convertido en algo más habitual de lo que lo era antes ha hecho que mucha gente haya tenido la necesidad de acometer cambios en el interior de su vivienda. Hemos necesitado crear un espacio más confortable, un espacio en el que la comodidad sea la nota dominante y en el que podamos estar convencidos de que nuestro trabajo se va a desarrollar con la eficacia y rapidez necesarias. Desde Mundoflor comentan que la demanda de productos decorativos como las plantas artificiales han crecido principalmente para generar ese ambiente que es imprescindible para que el trabajo en casa sea lo más productivo posible.
¿Ha venido para quedarse el teletrabajo?
Estamos convencidos de que así va a ser. Es verdad que, desde que ha vuelto la normalidad, ha descendido el número de personas que teletrabajan en el interior de nuestras fronteras y que ha ocurrido lo mismo en otros países europeos. Sin embargo, creemos que el teletrabajo es beneficioso en términos generales.
- Las empresas pueden ahorrarse un gasto en lo que respecta a la contratación de un espacio en el que sus empleados y empleadas trabajen juntos.
- Los empleados y empleadas tienen más tiempo para descansar puesto que se ahorran todos esos minutos que pasan transportándose hasta ese lugar de trabajo. Además, evitan llegar a su puesto de trabajo con los evidentes síntomas de estrés que genera el tráfico diario.
Como veis, hay muchas ventajas que están derivadas del teletrabajo y que hay que conservar a toda costa. Ni que decir tiene que las opiniones pueden variar y habrá gente que prefiera trabajar en una oficina, con el contacto cercano del resto de su equipo, en lugar de hacerlo desde casa. Y es perfectamente respetable también.
Construir un espacio en el que tengamos la sensación de que vamos a trabajar a gusto es elemental para que podamos desarrollar nuestra actividad con todas las garantías de éxito. No encontrarse bien en un espacio como el de trabajo tiene unas consecuencias nefastas para nuestro rendimiento… y eso nunca ha sido del todo valorado. Ahora parece que nos empezamos a dar cuenta de lo importante que resulta eso. Como dice el refrán, mejor tarde que nunca. Y, por eso, si trabajamos en casa, hay que asegurarnos de que el espacio de trabajo del que vamos a disponer sea el mejor posible.