La artrosis es una enfermedad articular y de origen difícil de determinar. Afecta a siete millones de españoles, la mayoría de ellas, mayores de veinte años.
Los especialistas explican que más del 70% de los mayores de 50 años tienen signos radiológicos de artrosis. Aunque cualquiera puede padecerla, pero aumenta su frecuencia con la edad y es más común en la mujer.
El principal síntoma es el dolor, ya que aparece en un 95% de los casos. Otros síntomas de esta enfermedad son: rigidez a la hora de moverse, la articulación se hincha, limitación de la movilidad y deformidad en las articulaciones.
El paciente tiene que combinar el descanso con la práctica de ejercicio isométrico, porque si pasa mucho tiempo sentado se atrofia la musculatura.
Es muy importante evitar la obesidad, porque lo único que frena la artrosis de rodilla es reducir el peso corporal. Además, la obesidad favorece la aparición de esta enfermedad y empeora su pronóstico.
Las personas que padecen esta enfermedad pueden realizar ejercicios, como pedalear en una bicicleta estática a un ritmo suave, o caminar 45 minutos o una hora al día para tonificar.
Pero, deben evitar correr demasiados kilómetros por superficies duras o de terreno irregular, pasar mucho tiempo de pie o levantar cargas excesivas.
«Existen 150 tipos de artrosis, pero la más común se llama osteoartritis. Es una de las enfermedades degenerativas de las articulaciones. La artrosis normalmente comienza con la pérdida de tejido articular o de cartílago. Esta pérdida de tejido puede llevar a que las articulaciones se queden prácticamente inmóviles. Afecta normalmente a las rodillas, la cadera, la columna vertebral y a las manos», informan desde El Español.
Cuando se tiene artrosis en las manos se pueden distinguir dos tipos principales: la erosiva y la nodal. En la primera se produce un mayor nivel de desgaste en los huesos y articulaciones.
En los casos más leves el paciente puede aplicar pomadas antinflamatorias y tomar antiinflamatorios. También puede recurrir a los baños de contraste de agua caliente y agua fría.
Si esto resultase insuficiente, deberá optar por las inyecciones de corticoides en las articulaciones afectadas. También se suele recomendar realizar ejercicios de fisioterapia, para mejorar la movilidad y reducir la rigidez.
En casa el paciente puede abrir y cerrar las manos, mover las muñecas y los dedos para no perder agilidad. En casos muy concretos se suele recurrir a la cirugía, para apaciguar el dolor.
¿Cómo solicitar la incapacidad laboral?
Para diagnosticar la artrosis es necesario una evaluación clínica por parte del médico, el uso de radiografías y pruebas complementarias como resonancias magnéticas.
Algunos pacientes necesitan reposo, ya que el dolor de las articulaciones empeora cuando la zona afectada se mueve, porque los huesos rozan entre sí. Cuando la enfermedad va agravándose, el paciente puede presentar ciertas deformaciones en los huesos.
Para solicitar la incapacidad laboral por artrosis, debes consultar al médico especialista y obtener informes médicos y pruebas. El abogado podrá presentar y tramitar todos esos documentos.
Para conseguir la incapacidad permanente debes tener en cuenta las siguientes cuestiones:
–El umbral del dolor: El umbral del dolor depende de cada persona. En la artrosis surge en momentos en los que el paciente mueve las articulaciones, pero también hay personas que sienten dolor durante todo el día.
–Consecuencias concretas que la enfermedad causa en el cuerpo: La artrosis puede provocar la desalineación articular y movilidad limitada.
El tiempo medio de la baja por esta enfermedad puede variar de una persona a otra, pero suele ser de unos pocos meses o un año. También se puede prorrogar hasta los 18 meses o hasta los 24 meses.
Grados de incapacidad laboral por artrosis
A continuación, te explicamos los grados de incapacidad laboral. ¡Sigue leyendo!
Incapacidad permanente total
Este grado supone que la persona afectada por esta enfermedad no puede realizar las tareas de su actividad laboral de manera efectiva. El trabajador conseguirá una pensión del 56% de su base reguladora.
La persona afectada por esta patología no puede realizar las funciones esenciales de ese empleo, pero sí que podrá hacer otro tipo de trabajo que le suponga menos dolor.
Incapacidad permanente absoluta
Los profesionales de Asesoría Arjona, especializados en las leyes laborales y normativas vigentes, explican que en este tipo de incapacidad, la persona con artrosis no puede hacer ningún tipo de actividad profesional. El trabajador conseguirá una pensión del 100% de su base reguladora.
Debes saber que esta incapacidad no es permanente, ya que el Tribunal Médico puede solicitar una revisión del estado de la persona a los dos años.
En esta revisión el especialista comprueba si el incapacitado ha mejorado o ha empeorado su estado de salud.