Delitos que se cometen con mayor frecuencia en la sociedad

En la sociedad se cometen muchos delitos. Existen desafíos y tensiones entre los ciudadanos y estos, cometen delitos que afectan a la armonía y que afecta a la seguridad ciudadano. Dichos delitos, a veces, tienen causas que los provocan, pero que nunca están justificadas. 

Tipos de delitos

Los delitos se pueden clasificar en función de diferentes aspectos. Por ejemplo, de la naturaleza del bien jurídico protegido, de la forma en que se cometen o de la intención del autor. 

  • Delitos contra la propiedad:

Los delitos contra la propiedad son aquellos que acogen las infracciones que se cometen para dañar o mermar el derecho fundamental que tienen las personas sobre sus bienes. 

Uno de los más frecuentes es el robo, es decir, adueñarse de cosas ajenas que pertenecen a otra persona sin su consentimiento. Y, usar para ello la fuerza o amenazas. 

También destacar como delito contra la propiedad el hurto. Este es una variante del robo. El cual consiste también en hacerse dueño de cosas ajenas, pero en este caso sin usar la violencia de manera directa. Se define más bien como la sustracción furtiva de propiedad ajena. Otros delitos por reseñar en esta clasificación es el allanamiento de morada, que implica la entrada sin autorización a la vivienda de otro. Así como la estafa. Esta se define como el engaño con el fin de obtener un beneficio ilícito. Ambas son formas adicionales de delitos que afectan la propiedad de las personas.

  • Delitos contra las personas:

Los delitos contra las personas destacan por su especial gravedad. Son aquellos que conllevan y ponen en peligro la integridad de las personas, tanto a nivel físico como moral. 

En este tipo de delitos hay que destacar el homicidio. Matar a una persona.  Puede ser por acción u omisión, con intención o sin intención. Pero el resultado es el mismo, la muerte. 

Otro delito contra las personas es la violencia de género, que predomina hacia las mujeres. Es la violencia física, psicológica, sexual e institucional, ejercida contra cualquier persona. Como mencionamos, en España especialmente contra las mujeres. Según el Ministerio de Igualdad, las mujeres asesinadas en lo que va de año es de 53 en total. Otro delito es la violación, que implica la vulneración sexual sin consentimiento.

Todos los mencionados en esta categoría son delitos que desafían la seguridad y dignidad de las personas.

  • Delitos contra la seguridad del tráfico:

Los delitos contra la seguridad del tráfico son aquellos que se realizan y ponen en peligro la seguridad de las personas en la circulación vial. Entre los más comunes se encuentran, por un lado, la conducción temeraria. Esta consiste en que los conductores realizan maniobras arriesgadas y peligrosas en la carretera, lo que implica un riesgo tanto para quien lo realiza como para el resto de personas. 

Otro delito destacado y que se produce con frecuencia es conducir habiendo consumido drogas y/o alcohol. Un delito que pone en peligro tanto a la persona que lo realiza como a otros conductores o viandantes. 

También destacar la omisión del deber de socorro. Esta consiste en no prestar asistencia y ayuda  a las personas que han tenido un accidente de tráfico. Pone en evidencia la solidaridad y en consecuencia, la seguridad. 

  • Delitos contra el orden público:

Los delitos que afectan el orden público son todas aquellas acciones que afectan la paz y la tranquilidad de la sociedad. Por destacar algunos de ellos, las riñas tumultuarias o violentas que repercuten en el bienestar de muchas personas. También las amenazas ya que crean inseguridad y miedo; y las coacciones, que coartan la libertad de las personas.

En este caso, son delitos que afectan al tejido social y que requieren de medidas para mejorar la seguridad y bienestar de la sociedad en su conjunto. 

Causas de la delincuencia

Cometer una infracción es un acto de delincuencia. Así viene establecido en el Derecho Penal. La delincuencia puede tener diversas causas aunque las principales tienen que ver con aspectos sociales. Por ejemplo, la pobreza influye directamente. Son personas que tienen pocos recursos económicos y que se enfrentan a desafíos diarios. También la desigualdad. Cuando no somos tratados por igual, debido a motivos económicos, de raza o sexo por ejemplo, se genera un sentimiento de injusticia que en muchas ocasiones potencian cometer delitos.

La exclusión social es otro factor social que afecta. Es común que las personas que se sienten excluidas o marginadas busquen alternativas de reconocimiento. Muchas veces y de forma incorrecta mediante actos delictivos. Cuando existe sentimiento de inferioridad y de falta de oportunidades (en empleo o educación) es frecuente recurrir a la delincuencia. Es una manera, a sus ojos, de satisfacer sus necesidades. 

Otra causa frecuente tiene que ver con el desempleo o la precariedad laboral. Las personas que sufren esto son más vulnerables a caer en la delincuencia. Por ejemplo, si no tienen comida, pueden robar en supermercados o a otras personas. 

Los factores psicológicos también influyen en los delitos. Quienes tienen problemas psicológicos, como falta de autoestima o incluso falta de empatía aumentan la sensación de cubrir estos problemas a través de la delincuencia. 

En muchos casos, barrios, pueblos, etc. está muy presente la cultura delictiva. Más frecuente en comunidades desfavorecidas. Este es otro motivo que lleva a las personas en tal situación a llevar a cabo comportamientos delictivos. En este caso, por aprendizaje de otras generaciones.

Realmente la delincuencia no puede reducirse a una única causa. En la mayoría de casos es un cúmulo de situaciones y de factores sociales, económicos, psicológicos y culturales. 

Medidas para prevenir la delincuencia

Prevenir la delincuencia es posible a través de medidas a gran escala que implica la colaboración de la sociedad. En primer lugar, se debe abordar las causas subyacentes a la delincuencia. Pues es el primer paso para construir ciudades donde todas las personas estén seguras. 

  • Reducción de la pobreza y desigualdad:

Es importante tener en cuenta que actualmente la reducción de la pobreza y la desigualdad en la sociedad está directamente relacionada con la delincuencia. A pesar de que los gobiernos establecen políticas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad, lo cierto es que aún siguen existiendo muchos casos. Por ello, hay que fomentar la mejora de dichas políticas sociales para prevenir los delitos. Algunas de ellas pueden ser el acceso equitativo a la educación para fomentar y aprender nuevas y buenas conductas o mejorar las oportunidades de empleo para todos, entre otras. 

  • Oportunidades para los jóvenes:

Alineado con el punto anterior, las oportunidades para los jóvenes frenan la delincuencia. Empezando por recibir educación básica, pero también formación y empleo. Los jóvenes que reciben orientación para saber cuáles son los comportamientos adecuados y cómo enfrentarse a situaciones vulnerables, tienden a mejorar su forma de actuar.

  • Potenciar la paz y la tolerancia de todos con todos:

Mitigar los delitos solo tiene un objetivo, potenciar la paz. Hay que favorecer esta, conociendo los beneficios que tiene de forma individual y global. Hay que ser tolerantes y esto se logra a través de la educación. 

  • Reforzar la educación:

Como ya se ha mencionado en los apartados anteriores para la prevención, la base de todo está en la educación. Conocer desde el principio lo que está bien y lo que está mal, y promover los valores son herramientas necesarias para frenar la delincuencia en todas sus formas. 

  • Participación activa 

Todos somos partícipes de los delitos. Por ello, los cambios tienen que comenzar por la sociedad en general. Debemos colaborar entre todos para frenar la delincuencia. No debemos ser testigos de delitos ni permitirlos. Si somos conscientes de alguno de ellos, debemos notificarlo. 

  • Intervenir en el ámbito familiar:

Si hemos dicho que eliminar delitos y enseñar buenos comportamientos comienza en la escuela, también es importante la enseñanza en el ámbito familiar. Las familias tienen que conocer los riesgos y fortalecer sus estructuras con el fin de reducir la delincuencia. Ofrecer asesoramiento a las familias y también recursos básicos, que en muchos casos son los causantes de la delincuencia. 

  • Rehabilitación y reinserción social:

Para prevenir la delincuencia en muchos casos se basa en proporcionar oportunidades tanto de rehabilitación como de reinserción social. Pues no todo se encuentra en las personas que cometen delitos por primera vez, hay veces que el mayor problema se encuentra en quienes reinciden. En estos casos es donde entra en juego la rehabilitación y reinserción social.

Figura de un asesor o abogado

En casos penales provocados por la delincuencia buscar asesoramiento o un abogado penal puede ser la solución. Son especialistas que pueden ayudar en un juicio de diferentes formas, como representante pero también a la hora de negociar. Puede presentar argumentos al jurado o al juez en el juicio. Estos argumentos pueden ayudar a demostrar la inocencia de su cliente o a reducir la pena. Como explica el especialista en derecho penal Víctor Muñoz Casalta de VMC Penalista, lo importante es “brindar una excelente defensa jurídica y la cercanía de acompañarle durante el duro trayecto que supone enfrentarse a una causa penal”. 

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