La originalidad, clave para competir en hostelería

En España tenemos bastantes sectores en los que la competencia es realmente dura y en los que, por ende, es muy complicado hacerse un hueco. Tenemos varios ejemplos de ello. Seguro que muchas de las personas que habéis empezado a leer este artículo estáis pensando en el turismo y en el gran número de hoteles que hay en nuestro país. Correcto. Pero, en las líneas que siguen, vamos a comentaos algo relativo a otro sector que tiene una competencia todavía más grande que la de los negocios hoteleros. Hablamos de la hostelería, que se ha convertido en una de las referencias económicas de este país.

La cantidad de bares que tiene este país nos obliga a que, si somos los responsables de alguno de ellos, nos tengamos que diferenciar del resto para tratar de disponer de alguna ventaja competitiva. Normalmente, tendemos a pensar que es fundamental el sitio en el que se encuentra nuestro bar. Y es cierto. No es lo mismo estar a las afueras que delante de la iglesia. Pero también hay que prestar atención a otro tipo de detalles más pequeños. Y es que de ellos puede depender la suerte que tengamos dentro de esta actividad.

Marcar la diferencia es algo que hay que hacer sí o sí en un negocio como lo es la hostelería. Hay tal cantidad de bares y restaurantes en este país que, en el caso de no tener nada que nos diferencie del resto, estamos completamente perdidos. Pero marcar esa diferencia es, a veces, más fácil de lo que nos podemos llegar a pensar, porque basta con pequeños detalles para hacerlo. Y una de las maneras que está más de moda es la de disponer de un conjunto de copas grabadas. Los profesionales de una entidad que se encarga precisamente de estos asuntos, Cristafiel, nos han comentado que ha crecido el número de empresas que busca, a través de estos asuntos, diferenciarse de su competencia.

Son muchas las personas que aseguran que este tipo de situaciones funcionan. No cabe la menor duda de que todo contribuye a generar nuestra imagen de marca y a diferenciarnos de los demás, algo que es necesario en un entorno como el hostelero, que es el que más competencia tiene en España como ahora veremos y que necesita como respirar cosas que hagan que el nombre, el logotipo y el local en el que se trabaja sean grabados a fuego en el subconsciente de todos aquellos que acudan en alguna ocasión hasta sus instalaciones.

Madrid y Barcelona, dos ejemplos de lo cruda que es la competencia en el sector 

Para que podamos analizar cómo de difícil es diferenciar a un bar de los demás en España, hemos tomado los ejemplos de las dos ciudades más grandes de nuestra geografía: Madrid y Barcelona. En lo que respecta a la primera, un artículo que fue publicado en la página web del diario El Mundo informaba de que eran más de 15.000 los establecimientos de este tipo en un entorno como tal, algo que hacía una media de un bar por cada 211 habitantes. Los datos son los datos y estos ponen de manifiesto lo difícil que es competir en este sector.

La capital de España le lleva bastante ventaja a Barcelona en este sentido, pero la Ciudad Condal también tiene mucho que decir en lo que a competencia hostelera se refiere. Una noticia que fue publicada en la página web de El Periódico informaba de que Barcelona disponía de un total de 7.400 bares, la mitad de los que tiene Madrid. Y aún así es una referencia en lo que tiene que ver con la hostelería. Competir en este entorno también es complicado y el mérito de sacar adelante un negocio de estas características es algo que realmente merece la pena valorar.

Por algo España es uno de los países que más bares tiene en todo el mundo. Es un negocio clásico de aquí y que no encuentra competencia en ningún otro país del mundo. Por poner un caso, en el interior de nuestras fronteras hay más bares que en toda la geografía de Estados Unidos, lo cual es significativo. Y es que aquí hay una cultura bastante diferente a la que existe en otros lugares del mundo. Aquí, el bar es un lugar de reunión. Y es considerado como sagrado por parte de la mayoría de los ciudadanos de nuestro país.

En este país vamos a seguir yendo a los bares. Es algo que, como hemos apuntado más arriba, va con nuestra cultura. Y eso es sinónimo de competencia entre todas las entidades que forman parte de este negocio. Desde luego, de lo que no cabe la menor duda es de que el futuro del sector está más que garantizado. Otra cosa es que hablemos del futuro de cada negocio en particular. Ahí es donde tiene que entrar la originalidad de cada cual para diferenciarse del resto y atraer así más clientes hasta su barra.

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