No cabe la menor duda, o al menos no debería existir esa duda, de que lo más importante para una empresa es el grupo de personas que la conforman y que hacen que la vida de la entidad se perpetúe gracias a la rentabilidad de sus acciones. El factor humano es el que determina en mayor medida cuál es el destino de una entidad y cuáles son sus posibilidades de mejora. Por eso es tan importante garantizar que los trabajadores y trabajadoras de la compañía se encuentran cómodos en su labor y su seguridad está perfectamente garantizada.
Este asunto cobra una especial importancia cuando hablamos de trabajos que, ya de por sí, implican algún tipo de peligro para la vida de las personas. Hay varios ejemplos para tratar de ilustrar esta cuestión. El sector de la metalurgia es uno de los más peligrosos. El de la construcción es uno de los que más muertes ha registrado tradicionalmente. También conlleva peligro el de los transportistas o el de labores relacionadas con la logística. Lo que está claro es que en todos estos casos tenemos que encontrar la protección adecuada. De lo contrario, estamos poniendo la vida de la gente, de nuestra gente, en peligro.
En los párrafos que siguen vamos a hablar especialmente de la protección de las personas que trabajan en un entorno como lo es el de la construcción, que según empresas de servicio de prevención de riesgos laborales como Sermecon, aseguran que es uno de los que más bajas ha sufrido en las últimas décadas y que ha ido adquiriendo medidas de seguridad a medida que se producían las desgracias. La verdad es que han sido muchas las familias y las vidas rotas en este sector y las empresas del sector ya no tienen excusa alguna para no apostar por las medidas de seguridad que son obligatorias. Qué menos.
La mortalidad que se registra en diferentes actividades en las que hay riesgo para la vida humana hace necesaria una intervención por parte de las empresas y del sector público. Y este es uno de los mayores desafíos ante los que se encuentra un sector como el de la construcción, que debe seguir aportando su granito de arena a que la seguridad de sus trabajadores quede perfectamente garantizada. Desde el conjunto de proveedores de sistemas anticaída nos han comentado que, en efecto, se han producido avances en este sentido. En concreto, hemos podido hablar con los profesionales de Traltur, que nos han confesado que el número de empresas clientas de las que disponen y que trabajan en un sector como el de la construcción se ha duplicado en tan solo un año.
Y es que no quedan más alternativas para luchar contra la siniestralidad laboral en este sentido. La construcción siempre conlleva peligros que han de ser analizados al detalle y no cabe la menor duda de que, sin la colaboración de las empresas, es imposible eliminarla. Desde el punto de vista empresarial, no hay que olvidar que un trabajador seguro es un trabajador mucho más eficaz y eficiente y que apostar por la seguridad es hacerlo por la vida y también por el futuro de la empresa. Y eso es algo que, a día de hoy, parece que ha calado entre las entidades del sector.
Una mortalidad por las nubes
Los datos que tenemos en España de mortalidad en el trabajo son, la verdad, bastante preocupantes para todas las medidas que hemos tomado en los últimos años. Una noticia que fue publicada en eldiario.es hace apenas unos días, el pasado 12 de agosto, hacía referencia a que han fallecido 292 trabajadores en España solo durante el primer semestre del año. La verdad es que se trata de un asunto muy grave y que merece todavía una mayor dedicación por parte de los profesionales encargados de la seguridad en cada una de las empresas españolas.
Otro artículo, en este caso publicado en la página web de La Vanguardia, hacía referencia al número total de fallecidos en 2017 en su puesto de trabajo, una cifra que ascendía hasta las 618 personas y que aumentaba en 11 fallecidos la del año anterior. La verdad es que son datos que nos congelan la sangre y que realmente nos hacen pensar si de verdad las empresas estamos poniendo de nuestra parte para evitar cualquier problema que se pueda derivar de una escasa seguridad laboral.
La única consigna para tratar de eliminar todos estos problemas es la de continuar trabajando y hacer que se reduzca de un modo drástico el número de casos de accidentes laborales que se producen en el interior de nuestras fronteras. Mientras siga habiendo una sola víctima, está claro que hay que seguir trabajando y mejorando la seguridad laboral de los y las trabajadoras. De lo contrario, algo falla en nuestra sociedad. Algo a lo que hay que poner solución de manera inmediata y eficaz.