Cuidar de una vivienda es un asunto que puede parecer sencillo pero que es realmente complicado. Simplemente basta fijarse en la cantidad de ámbitos que hay que tener en consideración para cumplir con dicho objetivo: hay que asegurar dicha vivienda, hay que amueblarla, hay que arreglar todos sus desperfectos, adecentar el jardín, limpiar cada una de las estancias… y después hay que asegurar que el tejado, una de las zonas elementales del lugar (por no decir la más importante) se encuentra en perfectas condiciones.
En efecto, cuidar del tejado puede no llegar a ser fácil porque, en cierta medida, es el que menos depende de nosotros y más de las condiciones climatológicas que haya en el exterior. Los tejados sufren mucho con ello: seguro que todos y todas hemos visto tejas desprenderse de alguno de ellos como consecuencia de las grandes rachas de viento que se producen de vez en cuando en alguna zona de España. Seguro que también habéis visto, quizá en este caso por la televisión, que un tejado se ha venido abajo como consecuencia de la gran cantidad de nieve acumulada en él.
La lluvia es otro de los factores del tiempo que más afectan a la parte más alta de las viviendas. La lluvia hace que los tejados se desgasten y que se produzcan filtraciones. Pongamos un ejemplo: en el mes de abril de 2013, tan solo la lluvia fue capaz de ocasionar desperfectos en el tejado del monasterio de Armenteira y también en sus muros, según advirtió El Faro de Vigo en un artículo publicado a mediados de dicho mes. Y lo cierto es que eso no es una simple casualidad. La lluvia resulta muy dañina y es un elemento del clima que resulta muy traicionero.
Este año, además, ha sido especialmente lluvioso. Desde que llegaran los primeros chubascos allá por el mes de noviembre, lo cierto es que en España hemos tenido muchos nubarrones, gran cantidad de días desapacibles y bastante frío. Y no es una cuestión que se haya dado únicamente en lugares como Galicia, Asturias, Cantabria o Euskadi, que son quizá los que más acostumbrados están a ello. Ha sido un fenómeno global. El diario El Economista, de hecho, publicó una noticia el 1 de marzo de este mismo año en la que informaba de que el país se enfrentaba a los días más lluviosos de la época. Y de ello han sido conscientes también en lugares como Andalucía, las Islas Canarias o la Comunidad Valenciana.
Los tejados, los grandes perjudicados
Esa cantidad de lluvias que ha caído en los últimos meses ha dejado miles y miles de tejados en unas condiciones deplorables. Eso ha activado la luz de emergencia en muchas familias que han necesitado los servicios de manera inmediata de las empresas especializadas en reparación de tejados. Todas esas entidades llevan algunos meses sumidas en una competencia enorme, como la que hacía bastante tiempo que no experimentaban. Los muchachos de Cubiertas Estévez, una de dichas entidades, aseguran que la cantidad de trabajo que tienen todavía ahora que ha llegado el buen tiempo es la más grande de los últimos años.
Los sustos que muchas familias se han llevado en los últimos meses como consecuencia de los desperfectos en sus tejados comienzan a desaparecer. No cabe duda de que ha sido un invierno difícil y que es posible que el invierno que viene vuelva a ser difícil en materia climatológica. Pero todos aquellos que han reparado ahora sus tejados pueden estar tranquilos. Normalmente, esos tejados más antiguos son los que más sufren.
Hay que saber prepararse para lo que puede venir en esas temporadas complicadas. Son muchas las personas que creen que solucionar un problema en el tejado es fácil y se atreven a hacerlo por sí mismas. Pero cometen un error que no sólo no va a cumplir con el objetivo que están persiguiendo, sino que además ponen en riesgo su integridad física debido a que, por regla general, no disponen de los medios como para garantizar su seguridad en el tejado.
Resolver este tipo de problemas es de vital importancia a la hora de conseguir una calidad de vida acorde a lo que todos nos merecemos. Muchos de los problemas que sufren las familias en sus domicilios provienen del tejado y de las filtraciones o roturas que se producen en él. El aspecto positivo es que, hoy en día, tenemos todos los medios para resolver dichos problemas. Y los tenemos al alcance de la mano.