Las ventanas de PVC han irrumpido con fuerza este invierno. Parece como si fueran un elemento nuevo de construcción que está de moda. Sin embargo, llevan tiempo utilizándose. Para este 2023, el gobierno subvenciona la sustitución de las ventanas antiguas por unas nuevas de PVC, a través de los fondos europeos. ¡Aprovecha la oportunidad! En este artículo te explicamos por qué.
En los últimos 40 años hemos cerrado nuestros hogares con ventanas de aluminio. Era un material fácil de trabajar que permitía hasta el cerramiento de una terraza entera, convirtiéndola en una habitación cubierta de la casa.
Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que el aluminio es una fuga de calor. Al ser un metal conductor de la temperatura, dejaba salir el calor de los hogares y permitía entrar el frío de la calle. El aislamiento lo proporciona el cristal. Para que fuese eficiente había que instalar ventanas de doble acristalamiento.
La consecuencia es que para aclimatar los hogares tenemos que gastar mucho en calefacción en invierno y en aire acondicionado en verano. A principios de este siglo se desarrolló el puente térmico en las ventanas de aluminio. Una cámara interior rellena de aislante, pero ni con eso era suficiente.
No había otro material que lo sustituyera. La única alternativa era volver a la madera. Pero esta es más sensible a la humedad, la lluvia y los cambios de temperatura.
Las ventanas de PVC se empiezan a utilizar en España en 1992. Por entonces era un material caro y escaso. La gente siguió optando por el aluminio. De hecho, la gran mayoría de las ventanas de los hogares españoles son de este material. Si llevamos tanto tiempo con ellas, ¿por qué debemos sustituirlas por unas de PVC?
-
Porque son un elemento aislante.
El PVC es un plástico de alta resistencia al viento, la lluvia, las bajas y las altas temperaturas. Es casi inocuo al fuego debido a los átomos de cloro que lo forman y es inmune a la humedad y el salitre.
Es uno de los materiales más aislantes que se utilizan en la construcción. Con él se fabrican las cubiertas de las azoteas de los edificios y las tuberías del agua. Gracias a él se consigue una separación radical de los medios. Aísla la temperatura que existe en el interior de una habitación de la del exterior, algo que no se había logrado con el aluminio. Lo mismo sucede con el sonido, aumentando la insonorización de las viviendas. Esto lo convierte en un material indicado para fabricar los marcos y las hojas de las ventanas exteriores que dan a la calle.
Las ventanas de PVC hacen que las viviendas sean más eficientes energéticamente. Es decir, que mantienen por más tiempo la temperatura del interior y que se requiera menos energía para aclimatarlas. Los instaladores de Crear Sur, una empresa de Granada que coloca ventanas de PVC a medida, nos comentan que con ellas se reduce hasta un 50% la factura mensual de la luz y el gas que paga una familia.
Estas ventanas se empezaron utilizando en la construcción de nuevas viviendas con un estándar alto de calidad. Con el tiempo, se ha aumentado su producción y se ha reducido su coste. Lo que permite, en la actualidad, sustituir con ellas las antiguas. En estos momentos ofrecen una mejor relación calidad precio. Para encontrar unas ventanas de aluminio que te ofrezcan unas prestaciones equiparables a las de PVC, debes gastar un 30% más.
-
Porque ahora te salen un 40% más baratas.
En el 2018, el gobierno aprobó el Plan Nacional de Vivienda con ayudas a las familias que emprendieran la reforma o rehabilitación de sus hogares orientada a la reducción del gasto energético. El portal de internet Tus ayudas informa que las subvenciones se prorrogan durante todo el 2023.
Están concedidas por las Comunidades Autónomas, a través de una provisión de fondos que otorga el Estado proveniente de los fondos europeos. La ayuda cubre hasta el 40% del coste de la obra, siempre que represente un ahorro energético superior al 7%. Algo que se logra sin mucho esfuerzo cambiando las ventanas actuales por unas de PVC.
Podrán solicitar la ayuda:
- Propietarios de viviendas unifamiliares.
- Dueños de edificios completos.
- Propietarios de un piso o grupo de pisos en un inmueble.
- Comunidades de propietarios.
- Cooperativas de viviendas.
- Empresas arrendatarias o concesionarias de un edificio.
Cabe destacar que el edificio debe estar destinado a vivienda habitual y que al menos el 50% de las personas que habitan en él lo hagan de forma permanente, comprobado mediante el empadronamiento en el municipio.
Otra de las cuestiones a destacar, es que las personas que han acometido la renovación de las ventanas podrán desgravarse un 20% del gasto no subvencionado en la declaración anual del impuesto sobre la renta.
-
Porque duran mucho tiempo en perfectas condiciones.
Se tiene calculado que la vida útil de una ventana de PVC está situado entre 30 y 50 años, sin apenas ningún mantenimiento. Por la propia naturaleza del material, es resistente a la abrasión, los golpes y los roces. Aguanta bastante bien las condiciones climatológicas y ambientales, incluso las más extremas. Tan solo la exposición prolongada al sol puede hacer que la superficie de algunas ventanas blancas se vuelva amarillenta, algo que ya se ha corregido con los nuevos procesos de fabricación.
Son menos propensas a acumular suciedad, lo cual también influye en su durabilidad y en que se mantengan por más tiempo en perfecto estado. Si bien con el paso del tiempo, los marcos pueden deformarse y degradarse.
Los deterioros más habituales se suelen producir en bisagras y cierres. Elementos, que curiosamente no son de PVC, y que los instaladores los utilizan indistintamente en este tipo de ventanas y en las de aluminio. Para protegerlos, se recomienda engrasarlas una vez al año.
-
Porque es un material ecológico.
Frente a lo que piensa mucha gente de que el PVC es contaminante, ya que es un derivado del petróleo, lo cierto es que respeta el medio ambiente, puesto que se trata de un material que se puede reciclar indefinidamente.
Para fabricar PVC no es necesario refinar petróleo. Al final de su vida útil, los residuos de PVC se llevan a una planta especial de reciclado. De forma manual y mecánica se separa de otros componentes. Se tritura hasta formar virutas y después mediante un disolvente se forma una resina, que una vez seca se vuelve a moler hasta formar polvo o grano.
El producto resultante se calienta y se utiliza para fabricar los artículos que se necesiten. Todo esto se da en un circuito cerrado con escaso impacto medioambiental. El PVC reciclado posee la misma calidad y propiedades que el producido en origen y es 100% reutilizable.
De esta manera, para su producción no es necesaria la extracción, ni procesamiento de combustibles fósiles.
-
Porque es versátil en decoración.
Quizás lo que más nos suene sean los marcos de PVC blancos de las ventanas. Sin embargo, este material tiene una gama amplísima de colores, texturas y acabados que se obtienen en la fabricación sin necesidad de utilizar pinturas y esmaltes a posteriori.
Se fabrican ventanas de PVC con imitación a madera, de diferentes tonos y con distintas texturas, se logran acabados metalizados y se fabrican marcos y puertas de colores vistosos. Esto hace que sea un material valorado por los decoradores para crear ambientes.
La revista digital de decoración Decoralinks remarca la versatilidad que ofrecen estas ventanas.
Por ejemplo, se pueden utilizar las ventanas de PVC blanco para potenciar un ambiente minimalista, haciendo que se camuflen con el blanco de las paredes. O utilizar unos marcos de color rojo o negro para romper la monocromía y aportar un toque de arte pop.
Usar unas ventanas con un acabado metalizado, que recuerde el acero, potencia una ambientación de estilo industrial. Como los clásicos lofts de Nueva York que salen en las películas.
Con ventanas de imitación a madera podemos reforzar una decoración vintage que nos evoque otras épocas, combinándolo con otros elementos como los paneles japoneses que escenifican una ambientación colonial.
De la misma manera, podemos recrear una casa de campo en nuestro salón, con una decoración rústica, gracias a las posibilidades que ofrecen este tipo de ventanas.
Estas ventanas son muy útiles para el feng sui. Esa imagen de robustez que tienen potencia y remarca el torrente de luz que entra por los ventanales. Toda esa energía que inunda nuestra casa.
Otra de las ventajas estilísticas que tiene el PVC es que se pueden encargar al fabricante ventanas bicolor. Que tengan un color en la cara interior, por ejemplo, blanco, y otro en la parte de fuera, como puede ser algún tono de madera, para no desentonar con el resto del edificio. Esto amplía sus posibilidades en la decoración.
Sustituyendo las ventanas actuales por unas de PVC, conseguirás una vivienda más confortable, más económica, más personal y amortizarás la inversión ganando calidad de vida en tu hogar.